lunes, 23 de marzo de 2009

16 de marzo

De vuelta a Addis Ababa
Mi cita con el conductor del minibus en principio era a las 4 de la mañana en la puerta del hotel, sin embargo, a las 3.05 el móvil sonó inesperadamente. Como buenamente pude lo cogí tras tal repentino despertar y escuché una terrible y apresurada voz que me hizo suponer que era el momento de salir disparado hacia la calle (pues la verdad no entendía un carajo). Rápidamente empaqué las ultimas cosas, desperté al recepcionista para que me cobrara mis dos días de estancia (pues este dormía placidamente en el sofá de la entrada) y corrí a “enlatarme” en aquel viejo furgón rumbo de nuevo a la capital.
Fueron ocho intensas y agobiantes horas en aquella caja metálica conducida bastante temerariamente por un joven del que bien podría decirse que intentaba a toda costa emular a Fernando Alonso, sin embargo, ni sus maneras, ni el triste vehiculo, ni el demacrado circuito etiope, salvo sádicas excepciones, premonizaban un bonito y seguro espectáculo como suelen ser los del gran piloto asturiano. A pesar de todo llegamos milagrosamente sanos y salvos a Addis; creedme que sentí un gran alivio cuando finalmente apago el motor. Un taxista algo más precavido me llevó a la misma puerta de la casa de las MC (Misioneras de la Caridad), la misma en la que pasé los primeros días de mi estancia. Eran en ese momento las 12.45, hora en la que la gente suele estar comiendo o descansando en este lugar, por lo que “pille” a todos mis anteriores compañeros en la pequeña casa de voluntarios: Gerold, Susi, Annette, una nueva y joven voluntaria italiana que se llama Gioela y otro voluntario italiano al que no conocía cuyo nombre es Angelo. Estaban todos menos Hide, el maniático japonés (por un lado agradecí este hecho) y la verdad es que sentí una acalorada acogida por su parte, al igual que por la de los enfermos y las sisters.
Os hablo de los dos nuevos voluntarios, pues es digamos la “novedad” del día de hoy (siempre solemos compartir mucho tiempo juntos todos los voluntarios, por lo que supongo que darán que hablar en los próximos días). Giola es una chica italiana de 19 años que estudia segundo de derecho; se le nota mucha inquietud por tener nuevas experiencias y creo que puedo conectar bastante con ella por la impresión que me ha dado; el otro es Angelo, un labrado viajero de unos 50 anos de pelo blanco y una gran trenza colgando por detrás de su cabeza; me sorprendió su buen manejo del español cuando su principal fuente de aprendizaje solamente ha sido, como él dice, el contacto con voluntarios españoles en Calcuta.
Como no acabe el día teniendo una de las profundas conversaciones con el bueno de Gerold, ya las echaba de menos. Me disgusta que regrese ya el jueves a Irlanda.
Se me olvidaba; me dijo sister Seraphine que en principio los brothers podían acogerme de miércoles a Domingo de esta semana, que mañana me lo confirmaría; cinco días mejor que ninguno, ¿no? Así que, como de costumbre, habrá que esperar última hora para la decisión final.

1 comentario:

  1. gonzo mamón!!!!!! ya se te exava de menos x aki!!!!!!

    Noto en tu post un cierto aire a "esto ya me lo conozco" muy diferente a los primeros que escribiste, y es un gustazo ver como te vas desenvolviendo cada vez más cómodo.

    Espero que ahora que estas en la capital puedas actualizar más asiduamente, que por aquí nos sigues tieniendo preocupados mamón!!

    Sigue disfrutando y conociendo. Todo lo que absorves es bueno (no me cansaré de repetirlo)

    Mil besos loco

    tito

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