miércoles, 25 de marzo de 2009

25 de marzo

Hola de nuevo a todos, primeramente muchas gracias Tito porque tus comentarios de ayudan muchísimo y a partir del de los MacBrothers me río mucho cada vez que les veo, al final se van a mosquear.
Empiezo relatando brevemente lo acontecido en los últimos días. Desde que llegué de Bahar Dar hasta ayer tuve una "etapa de transición" en la casa de las MC de Seddist Kilo, es decir, en la que comencé mi aventura en Etiopia. En esta, compartí nuevos momentos con antiguos conocidos como Annette la filipina, el bueno de Gerard (que regreso el Jueves pasado a su casa de Irlanda), Susi la Danesa residente en Líbano, aunque también conocí a nuevos voluntarios: Gioela, una italiana de 20 años con la que "conecté" muy bien (no penséis mal), Angelo, un hombre también venido del país de la pizza (por cierto, aquí están muy buenas), este algo mayor que la anterior (tendrá cerca de 50) pero también con un mundo interior que descubrir. Mis actividades durante esta semana anterior no variaron demasiado con las de los primeros días, aunque adelanto que hubo muy buenas experiencias que ahora no tengo tiempo de explicar ("próximamente" en mi diario).
Después de muchos sudores finalmente conseguí que los Missionaries of Charity brothers "me conocieran" tras una de las misas mañaneras de Seddist Kilo para permitirme desde ayer hospedarme con ellos, creedme que no lo ponen nada fácil los MacBro. Llevo apenas 24 horas con ellos pero puedo decir que ha merecido la pena el esfuerzo; me dejan participar de todas sus oraciones y comidas (las hermanas comen siempre solas) y tienen una residencia con unos 300 "niños" con problemas mentales (entrecomillo la palabra “niños” porque la mayoría tienen realmente mas de 20 años, pero creo que se puede deducir porque lo digo), así que de momento estoy como pez en el agua.
Debo ya finalizar, y quiero pedir perdón por la mala redacción de hoy pero es que ya he tenido que repetir el texto una vez debido a uno de los famosos cortes de luz que también son frecuentes en la capital del país y no me queda mucho tiempo, pues debo volver ya. Sólo decir que con esta experiencia con los MC Brothers que acabara dentro de unos días doy por finalizada mi estancia en Etiopia con una muy buena sensación de haberla aprovechado al máximo y de no sólo haber obtenido grandes frutos de ella, sino de seguir obteniéndolos en el futuro. Sólo deseo que, este donde esté, mi Etiopia personal nunca tenga billete de vuelta y siga enriqueciéndose y tomando buena forma con tanto alimento espiritual que principalmente obtendré de todo lo que queda por compartir con todos vosotros, las personas a las que más quiero. Espero de todo corazón ser también digno de ofrecéroslo. Queda menos ya para vernos.

lunes, 23 de marzo de 2009

16 de marzo

De vuelta a Addis Ababa
Mi cita con el conductor del minibus en principio era a las 4 de la mañana en la puerta del hotel, sin embargo, a las 3.05 el móvil sonó inesperadamente. Como buenamente pude lo cogí tras tal repentino despertar y escuché una terrible y apresurada voz que me hizo suponer que era el momento de salir disparado hacia la calle (pues la verdad no entendía un carajo). Rápidamente empaqué las ultimas cosas, desperté al recepcionista para que me cobrara mis dos días de estancia (pues este dormía placidamente en el sofá de la entrada) y corrí a “enlatarme” en aquel viejo furgón rumbo de nuevo a la capital.
Fueron ocho intensas y agobiantes horas en aquella caja metálica conducida bastante temerariamente por un joven del que bien podría decirse que intentaba a toda costa emular a Fernando Alonso, sin embargo, ni sus maneras, ni el triste vehiculo, ni el demacrado circuito etiope, salvo sádicas excepciones, premonizaban un bonito y seguro espectáculo como suelen ser los del gran piloto asturiano. A pesar de todo llegamos milagrosamente sanos y salvos a Addis; creedme que sentí un gran alivio cuando finalmente apago el motor. Un taxista algo más precavido me llevó a la misma puerta de la casa de las MC (Misioneras de la Caridad), la misma en la que pasé los primeros días de mi estancia. Eran en ese momento las 12.45, hora en la que la gente suele estar comiendo o descansando en este lugar, por lo que “pille” a todos mis anteriores compañeros en la pequeña casa de voluntarios: Gerold, Susi, Annette, una nueva y joven voluntaria italiana que se llama Gioela y otro voluntario italiano al que no conocía cuyo nombre es Angelo. Estaban todos menos Hide, el maniático japonés (por un lado agradecí este hecho) y la verdad es que sentí una acalorada acogida por su parte, al igual que por la de los enfermos y las sisters.
Os hablo de los dos nuevos voluntarios, pues es digamos la “novedad” del día de hoy (siempre solemos compartir mucho tiempo juntos todos los voluntarios, por lo que supongo que darán que hablar en los próximos días). Giola es una chica italiana de 19 años que estudia segundo de derecho; se le nota mucha inquietud por tener nuevas experiencias y creo que puedo conectar bastante con ella por la impresión que me ha dado; el otro es Angelo, un labrado viajero de unos 50 anos de pelo blanco y una gran trenza colgando por detrás de su cabeza; me sorprendió su buen manejo del español cuando su principal fuente de aprendizaje solamente ha sido, como él dice, el contacto con voluntarios españoles en Calcuta.
Como no acabe el día teniendo una de las profundas conversaciones con el bueno de Gerold, ya las echaba de menos. Me disgusta que regrese ya el jueves a Irlanda.
Se me olvidaba; me dijo sister Seraphine que en principio los brothers podían acogerme de miércoles a Domingo de esta semana, que mañana me lo confirmaría; cinco días mejor que ninguno, ¿no? Así que, como de costumbre, habrá que esperar última hora para la decisión final.

jueves, 12 de marzo de 2009

11 de marzo

Escribo en esta tristemente memorable fecha para los españoles para contaros un pequeño cambio en mi lugar de residencia. Si todo va bien, espero salir este fin de semana de pequeña y humilde "escapada turística". Mi idea es ir mañana hacia Bahar Dar, una bonita ciudad del norte de Etiopia para día y medio después parar en Gonder que, a pesar de recordar las tenebrosas tierras del señor de los anillos, parece ser un lugar con mucho atractivo histórico. Después de otro día y medio tengo la esperanza de llegar a la casa de los MC Brothers, aunque todavía no es seguro pues está habiendo algunas complicaciones. En último caso iría a la misma casa donde comencé, la de las MC de Seddist Kilo para desde allí "negociar" nuevamente mi cambio a la casa de los Brothers, pues tengo bastante interés en pasar un tiempo allí.
Bueno, no tengo mucho más tiempo para explayarme, así que os dejo escuetamente bien informados hasta la próxima vez que pueda encontrar un "Internet café". Vuelvo a daros las gracias a tod@s los que me seguís habitualmente, no sabéis bien el apoyo que me estáis dando pues confieso que en ciertos momentos siento algo de soledad y "morriña" por estar más cerca de vosotros.
Un fuerte saludo.

sábado, 7 de marzo de 2009

7 de Marzo

Muchos me habéis dicho por email que hace mucho que no sabéis de mi, y es que me resulta muy difícil pasar mucho tiempo delante de un ordenador para pasar los escritos que tengo a mano, pero sabed (para alegría o desgracia) que sigo escribiendo a diario, por lo que habrá una buena ración de vivencias cuando tenga mas tiempo (seguramente no pueda pasarlo todo hasta que vuelva). Aquí en Debre Markos la verdad es que estoy mucho mejor, pues hay muchos menos voluntarios que en Addis y la superiora, sister Ignacia, es una misionera muy activa y simpática, pues cuenta mucho conmigo para todas las tareas del centro. Estuve como único voluntario hasta hace cuatro días que vinieron tres checos: una pareja de novios que se queda hasta el lunes (pues siguen el camino hacia Gonder) y una señora algo mayor que se queda aquí mas tiempo. Ahora me dispongo a hacer un muy breve resumen de mi estancia aquí:
Los primeros días nada más llegar coincidía que era fin de semana, por lo que al ser días mas tranquilos, no tuve mucho trabajo; me sirvieron para adaptarme a mi nueva residencia y lugar de trabajo y tener un agradable contacto con las celebraciones eucarísticas por el rito Gezz y el buen ambiente de oración de las hermanas de aquí. La verdad es que este último punto es con el que más contento estoy, pues las cuatro misioneras tienen mucha atención conmigo y me dejan participar en prácticamente todas sus actividades, por lo que estoy sacando mucho fruto por esa parte, que realmente fue por la que principalmente vine a Etiopia.
En cuanto al trabajo diario, decir que esta semana he tenido el gran privilegio de poder acompañar a las hermanas "en busca de pobres" a los que ayudar en las zonas más miserables de Debre Markos; no tengo palabras suficientes para describir la riqueza que me han aportado estas experiencias, creo que os o podéis imaginar. Otros dos días estuve ayudando con el reparto de comida a familias de la cuidad que venían a ser ayudadas a la casa de las misioneras, y uno de los días el enfermero me dejo "hacer dressing", es decir, curar y vendar las impresionantes heridas con las que viene la gente en todas las zonas de su cuerpo. Todas estas actividades se suelen realizar por las mañanas, que es el momento del día de más trabajo; por las tardes suelo estar jugando o haciendo cualquier tipo de tarea con los niños dentro del propio centro.
Bueno, como os he dicho, esto no es más que un resumen puramente descriptivo; quedan pendientes muchos detalles y reflexiones dignos de tener en cuenta que contaré a aquellos que les interese cuando físicamente pueda. Aprovecho para mencionar a todos los que me mandáis e-mails pues no imagináis la fuerza que me dan y la ilusión que me hacen, realmente noto que estáis acompañándome en esta aventura y nunca dejaré de agradecéroslo. Por favor, no dejéis de mandármelos, sólo os pido paciencia, los responderé lo antes que pueda.
Un gran saludo etiope.